Caracterización demográfica y epidemiológica de aneurismas intracraneales en un hospital de Quito, Ecuador |
INTRODUCCIÓN. La ruptura aneurismática ha sido responsable de hasta el 85 % de hemorragia subaracnoidea de origen no traumático, lo que ha producido altas tasas de morbimortalidad y altos costos hospitalarios, el diagnóstico oportuno y detallado de la localización y el tamaño del aneurisma ha determinado el manejo adecuado del paciente, ya sea invasivo o expectante. OBJETIVO. Analizar el comportamiento de una serie de casos de aneurismas intracraneales rotos y no rotos en cuanto a tamaño, localización sexo y edad. MATERIALES Y MÉTODOS. Estudio retrospectivo de la historia clínica única del informe radiológico de 155 pacientes diagnosticados de aneurisma intracraneal por panangiografía cerebral con sustracción digital como gold estánda que mejoró la calidad de imagen, en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, periodo enero del 2015 a agosto de 2018. RESULTADOS. De los 155 pacientes con un total de 204 aneurismas intracraneales de los cuales (122; 204), accidentados y (82; 204), no accidentados, el 72,0% se presentó en mujeres. Los mayores porcentajes de ruptura de acuerdo con su localización, fueron: arteria comunicante posterior 34,0 %, arteria cerebral media 26,0 % y arteria comunicante anterior 15,0%. En cuanto a los aneurismas no accidentados, las localizaciones más frecuente fueron: arteria cerebral media 33,0%, arteria comunicante posterior 23,0% y segmento termino carotideo 12,0%. El 65% de aneurismas presentó roturas con diámetros iguales o mayores a 5 mm. La edad promedio de diagnóstico fue 56 años rango; 17 – 90. CONCLUSIÓN. Analizando los porcentajes de comportamiento de ruptura en cuanto a tamaño y localización de nuestra cohorte y comparándola con las referidas en la bibliografía revisada se pudo concluir que el comportamiento de ruptura aneurismática fue distinto dependiendo de la región poblacional estudiada.
Palabras Clave: Hemorragia Subaracnoidea; Enfermedades Arteriales Intracraneales; Aneurisma Intracraneal; Trastornos Cerebrovasculares; Hemorragia Cerebral; Rotura de la Aorta.. .
INTRODUCTION. Aneurysmal rupture has been responsible for up to 85% of subarachnoid hemorrhage of non-traumatic origin, which has produced high morbidity and mortality and high hospital costs, the timely diagnosis, the detail of the location and size of the aneurysm has been adequate, either invasive or expectant. OBJECTIVE. Analyze the behavior of a series of cases of broken and unruptured intracranial aneurysms in terms of size, location, sex and age. MATERIALS AND METHODS. Retrospective study of the unique clinical history of the radiological report of 155 patients diagnosed with intracranial aneurysm by brain panangiography with digital subtraction as a gold standard that improved image quality, at the Carlos Andrade Marín Specialties Hospital, January 2015 to August 2018. RESULTS. Of the 155 patients with a total of 204 intracranial aneurysms of which (122; 204), injured and (82; 204), not injured, 72,0% occurred in women. The highest rupture percentages according to their location were: posterior communicating artery 34,0%, middle cerebral artery 26,0% and anterior communicating artery 15,0%. As for non-accident aneurysms, the most frequent locations were: 33,0% mean brain artery, 23,0% posterior communicating artery and 12,0% carotid segment. 65,0% of aneurysms presented ruptures with diameters equal to or greater than 5 mm. The average age of diagnosis was 56 years range; 17 - 90. CONCLUSION. Analyzing the percentages of rupture behavior in terms of size and location of our cohort and comparing it with those referred in the reviewed bibliography, it was concluded that the behavior of aneurysmal rupture was different depending on the population region studied.
Keywords: Subarachnoid Hemorrhage; Intracranial Arterial Diseases; Intracranial Aneurysm; Cerebrovascular Disorders; Cerebral Hemorrhage; Aortic Rupture.
Los aneurismas intracraneales han sido hallazgos incidentales durante la obtención de imágenes por otras causas durante estudios de rutina debido a su pobre sintomatología cuando no se han roto1,2. La ruptura aneurismática ha sido la principal causa de hemorragia subaracnoidea HSA de origen no traumático hasta un 85,0% 15. Ha sido considerada como una emergencia neurológica, con consecuencias potenciales devastadoras y de alta morbimortalidad a nivel global; el 10,0% de los pacientes con HSA, mueren antes de llegar al hospital, el 25,0% muere en las primeras 24 horas y el 40,0% al 50,0% muere dentro de los primeros 30 días; de aquí la importancia del reconocimiento clínico e imagenológico para un diagnóstico y tratamiento temprano15.
Los aneurismas han sido evaginaciones focales, redondeadas o lobuladas que pueden tener un orificio de entrada estrecho (cuello) o una base de implantación ancha que lo comunica con el vaso; de manera usual se han originado en las bifurcaciones arteriales del polígono de Willis, el 90,0% han sido tipo sacular y dependientes de circulación anterior, el 10,0% corresponde a circulación posterior en el sistema vertebrobasilar4,5,8.
Las causas de formación de aneurismas han incluido trastornos degenerativos o adquiridos, poliquistosis, colagenopatías y alteraciones genéticas, aterosclerosis, trauma, infección (micosis), asociado a malformaciones arteriovenosas, vasculitis, fármacos entre otros3.
Se han presentado típicamente entre los 40 y 60 años, en mujeres, en una relación 2:1, con una incidencia anual del 2-5%, con riesgo de ruptura clásica reportado entre el 1-2%2, 6, 7;y las últimas series reportadas de hasta el 0,95% por año para los aneurismas asintomáticos íntegros 9, 13; el riesgo de ruptura ha sido mayor cuando existen múltiples aneurismas12, 13.
Un estudio describió el porcentaje de ruptura anual por ubicación: 0,26% en paraclinoides, 0,67% en arteria cerebral media, 1,31% en comunicación anterior, 1,72% en comunicante posterior; y, 1,9 % para aneurismas de la arteria basilar 11. El porcentaje de ruptura anual en relación al tamaño fue 0,36% para 3 a 4 mm, 0,50% para 5 a 6 mm, 1,67% para 7 a 9 mm, 4,37% para 10 a 24 mm y 33,4% para aneurismas gigantes (≥25 mm)11,13.
En relación al tratamiento, en las últimas series la probabilidad de supervivencia sin discapacidad ha sido reportada de forma significativa en el grupo de tratamiento endovascular que en el grupo neuroquirúrgico a 10 años 14. Los objetivos de este estudio fueron analizar el comportamiento de una serie de casos de aneurismas intracraneales rotos y no rotos en cuanto a tamaño, localización, edad y sexo .
Se revisó el informe radiológico realizado por un radiólogo intervensionista con 5 años de experiencia en el área, mediante la revisión del sistema AS400 de pacientes que se realizaron panangiografía cerebral con sustracción digital como gold estándar en los que se detectaron aneurismas desde enero del 2015 a agosto del 2018 en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, Quito-Ecuador, no se realizó relectura de imágenes y como criterios de inclusión; se consideró a pacientes diagnosticados de aneurismas intracraneales mediante panangiografía cerebral con sustracción digital, en los que el informe radiológico detalló de forma adecuada la localización y tamaño, y cómo criterios de exclusión; se registró pacientes con diagnósticos de aneurismas que no se contó con los datos precisos de localización y tamaño en el informe radiológico.
Se analizaron los datos en dos grupos aneurismas accidentados y no accidentados.
Se caracterizó la demografía de los pacientes, encontrando 155 pacientes de los cuales 112 fueron mujeres y 43 fueron hombres con un total de 204 aneurismas debido a que algunos pacientes poseían aneurismas múltiples, de los cuales 122 fueron accidentados y 82 no accidentados.
En relación al tamaño se colocó a los aneurismas accidentados y no accidentados por rangos observados en la Figuras 1 y 2. El porcentaje de ruptura de aneurismas de acuerdo con su localización, correspondió en mayor porcentaje a la ACI comunicante posterior con un 34,0 % seguida en frecuencia por la ACM con un 26,0 %, y la arteria comunicante anterior con un 15,0%.
Los aneurismas no accidentados, la localización más frecuente fue la ACM con 33,0%, seguida de la ACI comunicante posterior 23,0% y la ACI termino carotideo 12,0%. Los porcentajes de las demás localizaciones fueron detallados en la Figura 3.
La edad promedio de diagnóstico fue 56 años (rango; 17– 90) tanto en aneurismas accidentados como no accidentados.
Se realizó un análisis en relación al tamaño de los aneurismas, se excluyó 21 reportes radiológicos de aneurismas para este análisis por no contar con datos adecuados en el informe radiológico. El 65,0 % de aneurismas (122; 204) presentaron roturas con diámetros iguales o mayores a 5 mm, también hubo un porcentaje considerable (35,0%) en el rango entre 3 y 4,9 mm. El porcentaje de aneurismas no accidentados (82; 204) fue del 62,0%, donde se reportó un diámetro igual o menor a 5 mm y un 38,0% de aneurismas reportaron diámetros mayores a 5 mm.
Se confeccionó una tabla con el fin de comparar los hallazgos con los reportados en la bibliografía mundial, se seleccionó los artículos con calidad metodológica y relevancia científica.
Fueron buscados en Pubmed con los términos “ruptured intracraneal aneurysms, unruptured intracraneal aneurysms AND size AND location” seleccionando los que mayor cantidad de pacientes estudiaban y de publicación más reciente Tabla 1.
Tipo | Autores |
Institución (Región) |
Año |
Pacientes/ Aneurismas |
Edad promedio/ años |
Localización porcentaje |
Tamaño promedio |
|||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
ACoP: Arteria comunicante posterior, ACoA: Arteria comunicante anterior, ACM: Arteria cerebral media, ACA: Arteria cerebral anterior, ACI: Arteria carótida
interna, PICA: Arteria cerebelosa posterior inferior, ACS: Arteria cerebelosa superior, ACAI: Arteria cerebelosa anteroinferior, APc: Arteria pericallosa, AB:
Arteria basilar, AV: Arteria vertebral, VB: vertebro basilar, Ocp: Otra circulación posterior, pc: Porción cavernosa, ≤: menor a, ≥: mayor.
Fuente. Base de datos de la investigación. Elaborado por. Autores. |
||||||||||
ACCIDENTADO | ACoP (26,0%) |
|||||||||
Hp Lai y colaboradores20. |
Tres hospitales públicos (Hong Kong) |
2009 |
267 pacientes |
59 |
ACoA (22,0%) |
5 mm o ≤ (64,0%) |
||||
AB (6,0%) |
||||||||||
Lin zhao y colaboradores.17. |
Hospital Universitario Hebei (China) |
2014 |
1256 pacientes |
53,8 |
ACoP (34,9%) |
2- 5 mm (47,1 %) |
||||
ACoA (29,5%) |
5-10 mm (39,7%) |
|||||||||
ACM (32,0%) |
≤ 5 mm(14,0%) |
|||||||||
Miikka korja y
colaboradores.19. |
Hospital Universitario
de Helsinki. Departamento de Neurocirugía (Finlandia) |
2016 |
1993 pacientes |
53,2 |
ACoA (32,0%) |
≤ 7 mm (41,0%) |
||||
ACoP (14,0%) |
≤ 10 mm (68,0%) |
|||||||||
Aperi (5,0%) |
10 mm o ≤ (78,0%) |
|||||||||
ACoP (31,5%) |
3 a 5 mm (16,0 %) |
|||||||||
AB (19,2%) |
6 a 11 mm (24,0%) |
|||||||||
ACM (15,7%) |
12 a 14 mm (21,0 %) |
|||||||||
J. Mocco y colaboradores18. |
61 centros (América del Norte y Europa.) |
2016 |
57 aneurismas |
50 - 69 |
ACI (12,2%) |
15 a 25 mm (16,0%) |
||||
ACA (12,2%) |
≥25 mm (21,0%) |
|||||||||
TB (3,5%) |
||||||||||
ACP (1,7%) |
||||||||||
ACI (90,0%) |
2-7 mm (47,0%) |
|||||||||
ACM (74,1%) |
7-12 mm (32,0%) |
|||||||||
ACoA, ACA (34,2%) |
13-24 mm (16,3%) |
|||||||||
David Wiebers y
colaboradores10. |
61 centros que incluían los departamentos de radiología, neurocirugía, y
neurología (EE. UU,
Canadá, Europa) |
2003 |
4060 pacientes |
55,2 |
ACI-pc (34,1%) |
≥ 25 mm (4,6%) |
||||
AB (27%) |
||||||||||
ACoP (22,2%) |
||||||||||
VB (17,8%) |
||||||||||
ACM (40,0%) |
≤ 10 mm (52,3%) |
|||||||||
NO ACCIDENTADO | Sandra Ramírez
Tomas Rodríguez16 |
Hospital Vicente
Corral Moscoso
(Cuenca-Ecuador) |
2012 |
73 pacientes y 44 ancurismas |
51,2 |
ACoA (25,0%) |
≤ 3 mm (36,0%) |
|||
ACI (18,2%) |
≥ 25 mm (2,3%) |
|||||||||
ACoP (5,5%) |
||||||||||
5720 pacientes |
ACM (36,2%) |
3–4 mm (46,8%) |
||||||||
6697 aneurismas |
ACoA (15,5%) |
5–6 mm (27,7%) |
||||||||
Akio Morita y
colaboradores9. |
Centro Médico Tokio- Departamento de
neurocirugía (Japón) |
2012 |
62,5 |
ACI (18,6%) |
≥7 mm (25,5%) |
|||||
ACoP (14,5%) |
7–9 mm (15,2%) |
|||||||||
ACS (5,1%) |
10–24 mm (9,9%) |
|||||||||
AV (6,6 %) |
≥25 mm (0,5%) |
|||||||||
ACI (29,2%) |
15 a 25 mm (20,2%) |
|||||||||
ACoP (24,7%) |
9 a 11 mm (20,0%) |
|||||||||
AB (15,6%) |
12 a 14 mm (19,0%) |
|||||||||
J. Mocco y colaboradores18. |
61 centros (América
del Norte y Europa.) |
2016 |
198 ANEURISMAS |
50-69 |
ACM (14,6%) |
6 a 8 mm (12,6%) |
||||
ACA (4,0%) |
3 a 5 mm (12,0%) |
|||||||||
ACP (2,5%) |
≤3 mm (4,0%) |
|||||||||
≥ 25 mm (12,6%) |
Una de las más relevantes diferencias en contradas con éste estudio contrasta con el estudio realizado en tres hospitales públicos, de Hong Kong, donde se observó un porcentaje alto 64,0%, de rotura de aneurismas de pequeño diámetro (5 mm o menos) y en el Hospital Universitario Hebei -China, donde se observó un porcentaje alto 47,1 % de rotura de aneurismas de pequeño diámetro entre 2-5 mm11,18,21.
Analizando los porcentajes de comportamiento de ruptura en cuanto a tamaño y localización de la cohorte y al comparar con las referidas en la bibliografía revisada se pudo determinar que el comportamiento de ruptura aneurismática fue distinta al depender de la región poblacional estudiada.
HECAM: Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín; ACoP: Arteria comunicante posterior; ACoA: Arteria comunicante anterior; ACM: Arteria cerebral media; ACA: Arteria cerebral anterior; ACI: Arteria carótida interna; PICA: Arteria cerebelosa posterior inferior; ACS: Arteria cerebelosa superior; ACAI: Arteria cerebelosa anteroinferior; APc: Arteria pericallosa; AB: arteria basilar; AV: Arteria vertebral; VB: vertebro basilar; Ocp: Otra circulación posterior; Pc: Porción cavernosa; mm: Milímetro; ≤: menor a, ≥: mayor.
JR: Concepción y diseño del trabajo. Recolección de datos y obtención de resultados. Discusión Revisión Crítica del manuscrito. CV: Discusión y confección de tabla de referencias bibliográficas Revisión Crítica del manuscrito. IA: Introducción, Revisión Crítica del manuscrito. PC: Revisión Crítica del manuscrito. JR, CV, IA, PC: Todos los autores leyeron y aprobaron la versión final del artículo.
Javier Andrés Ruiz López. Médico Posgradista de Radiología e Imagen R4, Universidad San Francisco de Quito. Servicio de Radiología e Imagen, Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito-Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1408-7149.
Catalina Alejandra Villarreal Yucaza. Médico Posgradista de Radiología e Imagen R4, Universidad San Francisco de Quito. Servicio de Radiología e Imagen, Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito-Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4858-4175.
Israel Marcelo Arévalo Ordoñez. Médico Posgradista de Neurocirugía R3, Universidad San Francisco de Quito. Servicio de Neurocirugía, Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito-Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2024-1533.
Pedro Mauricio Cornejo Castro. Medico Radiólogo del área de la Unidad Técnica de Radiología e Imagen, Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito-Ecuador. Coordinador del Posgrado de Radiología de la Universidad San Francisco de Quito-Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2026-1588.
Se utilizaron recursos bibliográficos de uso libre y limitado. La información recolectada está disponible bajo requisición al autor principal.
El artículo científico fue aprobado por pares y por el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos – CEISH/HECAM.
La publicación fue aprobada por el Consejo Editorial del HECAM.
Se trabajó con recursos propios de los autores.
El autor no reporta ningún conflicto de interés.
Se deja constancia del agradecimiento fraterno al personal de salud y administrativo del Servicio de Imagen, Área de Intervencionismo del HECAM, donde se realizó éste trabajo.