![]() |
Correlación de cistatina “C” y creatinina sérica frente al filtrado glomerular en pacientes con nefropatía diabética. |
Correlación de cistatina “C” y creatinina sérica frente al filtrado glomerular en pacientes con nefropatía diabética.
Correlation cystatin “C” and serum creatinine regarding to glomerular filtration in patients with diabetic nephropathy.
Mayra Paola Solís Espín1, Gabriel Patricio Benavides Vásconez2, Emma Lucila Vásconez Pazmiño3, Augusta Natalia Campoverde Lupercio4.
INTRODUCCIÓN. La Nefropatía Diabética es una complicación vascular crónica que origina una serie de alteraciones funcionales y estructurales de manera principal a nivel glomerular. La cistatina C y la creatinina sérica son marcadores de la función renal. OBJETIVO. Correlacionar las pruebas de la función renal cistatina C y la creatinina sérica frente al filtrado glomerular en pacientes con Nefropatía Diabética. MATERIALES Y MÉTODOS. Estudio descriptivo, transversal. De una población de 418 se seleccionó una muestra de 124 datos de Historias Clínicas. Se analizaron los datos de resultados de medición de la cistatina C y creatinina sérica frente al filtrado glomerular de pacientes con Nefropatía Diabética en el período de junio a diciembre de 2017. RESULTADOS. Frecuencia de edad de 36 a 93 años, media: 69 años, desviación estándar 10,76; un 56% (69; 124) del sexo femenino y 44% (54; 124) del sexo masculino. La cistatina C vs la creatinina sérica frente al filtrado glomerular presentaron una correlación de 92% (114; 124) y 66% (81; 124) de forma respectiva, se obtuvo una mayor correlación con la cistatina C y una estrecha significancia bilateral de 0,000. El daño renal más frecuente fue del estadío II en pacientes de 66 a 75 años. CONCLUSIÓN. La cistatina C y la creatinina sérica mostraron una alta correlación con el filtrado glomerular en pacientes con Nefropatía Diabética, la principal fue la cistatina C que detectó cambios precoces en el filtrado.
Palabras Clave: Diabetes Mellitus; Enfermedades Renales; Insuficiencia Renal Crónica; Tasa de Filtración Glomerular; Cistatina C; Creatinina.
INTRODUCTION. Diabetic Nephropathy is a chronic vascular complication that causes
a series of functional and structural alterations, mainly at the glomerular level. Cystatin C
and serum creatinine are markers of kidney function. OBJECTIVE. To correlate the tests of
renal function cystatin C and serum creatinine against glomerular filtration in patients with
Diabetic Nephropathy. MATERIALS AND METHODS. Descriptive, cross-sectional study.
From a population of 418, a sample of 124 data from Medical Records was selected. The
data from the measurement results of cystatin C and serum creatinine were analyzed
against glomerular filtration of patients with Diabetic Nephropathy in the period from june
to december 2017. RESULTS. Frequency of age from 36 to 93 years, means: 69 years,
standard deviation 10,76; 56% (69; 124) of the female sex and 44% (54; 124) of the male
sex. Cystatin C vs serum creatinine versus glomerular filtration showed a correlation of
92% (114; 124) and 66% (81; 124), respectively, was obtained, a higher correlation was
obtained with cystatin C and a close bilateral significance of 0,000. The most frequent
kidney damage was stage II in patients aged 66 to 75 years. CONCLUSION. Cystatin C
and serum creatinine showed a high correlation with glomerular filtration in patients with
Diabetic Nephropathy, the main one being cystatin C, which detected early changes in the
filtrate.
Keywords: Diabetes Mellitus, Kidney Diseases, Renal Insufficiency Chronic, Glomerular Filtration Rate, Cystatin C, Creatinine.
La Diabetes Mellitus (DM) es un importante problema de salud pública que se ha extendido en todo el mundo y el número de pacientes va en aumento debido a los cambios en el estilo de vida1. La Nefropatía Diabética (ND) es una de las complicaciones más importantes de la DM; se trata por ende de una complicación vascular crónica, en la que se ve afectada la microcirculación renal originando una serie de alteraciones funcionales y estructurales principalmente a nivel glomerular2,3.
Una vez afectadas las nefronas, los líquidos y productos de desecho no son correctamente eliminados a través de la orina de manera que se acumulan en el organismo produciendo daño renal.
Se estima que la Diabetes Mellitus afecta al 9,3% de la población mundial; esta condición ha aumentado de manera continua durante los últimos años, superando los 460 millones en 2019, casi 100 millones de personas más que en 20114. En la región del Sur y Centro América, se estimó que 29,6 (25,2-35,5) millones de personas, o el 9,4% (8,0-11,3%) de la población adulta tiene diabetes en 2015. De estos, 11,5 millones (39,0%) no están diagnosticadas4. En Ecuador la prevalencia de Diabetes Mellitus en la población de 10 a 59 años es de 1,7%. Esa proporción va subiendo a partir de los 30 años de edad, y a los 50, uno de cada diez ecuatorianos ya tiene Diabetes Mellitus siendo una de las principales causas de mortalidad5.
La Nefropatía Diabética afecta a cerca del 40% de pacientes diabéticos adultos, complicación que inicia en los primeros años del diagnóstico presentándose insuficiencia renal crónica en un alto porcentaje6, 7.
Estudios realizados, revelan que el desarrollo de la Nefropatía Diabética es asintomático en estadíos de fase inicial, pero existen pruebas de laboratorio que permiten su diagnóstico precoz y por ende un oportuno tratamiento del médico especialista que puede retrasar el avance a estadíos más graves los mismos que son irreversibles8.
Kidney Disease Improved Global Outcomes (KDIGO) indica que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la disminución de la Tasa de Filtrado Glomerular (TFG) por debajo de 60 ml/min con anormalidades estructurales o funcionales presentes por más de tres meses que se clasifican en 5 diferentes estadíos de acuerdo con la TFG. Los estadíos 1 a 4 necesitan control con cuidados médicos y nutricionales específicos, mientras que el estadío 5 o Enfermedad Renal Crónica terminal (ERCT), requiere Terapia de Reemplazo Renal (TRR), debido a que sin tratamiento efectivo puede conducir a la muerte9, 10.
Las etapas de la enfermedad renal se cla- sifican en:
Etapa I.- Tasa de filtración glomerular normal o aumentado 90 mL/min/1,73 m2,
Etapa II.- Disminución leve de la tasa de filtración glomerular 60 a 89 mL/ min/1,73 m2,
Etapa III.- Disminución moderada del filtrado glomerular 30 a 59 mL/min/1,73 m2,
Etapa IV.- Disminución severa del filtrado glomerular 15 a 29 mL/min/1,73 m2 y
Etapa V.- Fallo renal y necesidad de diálisis o trasplante con menos de 15 mL/ min/1,73 m2 11.
Mediante las pruebas de laboratorio se puede medir la filtración glomerular y observar el funcionamiento renal. Permiten también detectar a tiempo algún deterioro renal para recibir un adecuado tratamiento o evitar un daño acelerado de los riñones12.
En este trabajo se correlaciona la creatinina sérica y la cistatina C como medida de la Tasa de Filtración Glomerular y de esta forma se evalúa la función y la progresión de una Insuficiencia Renal Crónica.
El cálculo del filtrado glomerular se realiza en base al aclaramiento de la creatinina, pero pueden existir resultados desfavorables cuando no se recoge correctamente la muestra de orina. En la clínica diaria se interpreta los valores de función renal basándose en la creatinina sérica, pero no refleja el mismo grado de función renal en todos los grupos etarios de pacientes, como por ejemplo en el caso de los ancianos13,14, por lo que se propone a la cistatina C como marcador de función renal, por ser una proteína básica no glicosilada de 13kD, que pertenece a los inhibidores de las cisteinoproteasas de la familia de las cistatinas, producida por todas las células nucleadas, filtrada en los glomérulos, se reabsorbe a nivel tubular, donde es metabolizada, por lo que no retorna a la circulación en forma intacta, no sufre alteraciones por procesos inflamatorios y se produce en forma estable, por ser una proteína de bajo peso molecular con una vida media más corta y una menor distribución a nivel corporal presenta más sensibilidad que la creatinina sérica detectando así precozmente alteraciones en la función renal15, 16.
El objetivo es correlacionar los marcadores de la función renal: cistatina C y la creatinina sérica frente al filtrado glomerular en pacientes con Nefropatía Diabética, de junio a diciembre de 2017.
Estudio observacional de correlación, se analizaron los datos de la Historia Clínica de 418 pacientes con Nefropatía Diabética y se obtuvo una muestra estratificada de 124, en el período comprendido entre junio a diciembre de 2017 en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín (HECAM) de la ciudad de Quito. Los casos seleccionados fueron aquellos que cumplieron los criterios de inclusión: edad, género, Nefropatía Diabética ya sea Diabetes Mellitus tipo I o II, resultados de cistatina C, creatinina sérica y filtrado glomerular. Se excluyó a 294 datos de pacientes que no contaban con todos los exámenes requeridos.
Los datos demográficos se obtuvieron de las Historias Clínicas del sistema informático MIS-AS400. El análisis de pro- medios, desviación estándar y mediana, se realizaron en los sistemas Microsoft Excel e International Business Machines Statistical Package for the Social Sciences (IBM SPSS) versión 22 donde se realizó el cruce de variables y obtención de resultados.
Las variables cualitativas se expresaron en porcentajes. Para la correlación se utilizó la correlación de Tau b de Kendall.
Se observó una media de edad de 69 años de edad, la desviación estándar de 10,7 y frecuencias de edades de 36 a 93 años de edad. Figura 1.
La frecuencia de pacientes de sexo femenino correspondió al 56% (69; 124) y el 44% (54; 124) de sexo masculino. El predominio de pacientes con Nefropatía Diabética se encontró en los rangos de edad de 60 a 80 años de edad. Figura 2.
Se pudo evidenciar que pacientes con Diabetes Mellitus en estadío II de daño renal, fueron los más predominantes y se encontraron en edades comprendidas entre 56 a 75 años de edad, en segundo lugar de 56 a 65 años en el mismo estadío. Tabla 1.
Se observó una alta correlación entre la cistatina C con el filtrado glomerular frente a los valores de daño renal encontrados. La creatinina sérica presentó valores normales frente al daño renal. Figura 3.
La correlación entre la cistatina C frente al filtrado glomerular fue del 92% (114; 124) con una significancia del 0,00 mostrando una estrecha significancia bilateral entre éstas dos técnicas.Tabla 2.
Presentó una buena relación con los datos del filtrado glomerular, llama la atención la presencia de un mayor número de datos dispersos en relación a la cistatina C. Figura 4.
La creatinina sérica frente al filtrado glomerular presento una correlación del 66% (81; 124) que presentó una significancia bilateral del 0,01. Tabla 3.
La correlación que existió entre la determinación de la cistatina C y la creatinina sérica frente al filtrado glomerular en pacientes con Nefropatía Diabética es alta entre las dos técnicas. Es importante indicar que los valores de la cistatina C encontrados fueron más altos que en relación a los de la creatinina sérica.
Los valores encontrados corroboraron con el estudio de F. Ortuño-Andériz y colaboradores en la que se concluyó que en los pacientes que desarrollan lesión renal aguda séptica la cistatina C se eleva antes e identifica mejor que la creatinina sérica a aquellos pacientes que iban a desarrollar un deterioro severo de su función renal. Además, precisa que esta. precocidad puede ser útil para instaurar medidas que eviten la progresión de la disfunción renal17.
Un estudio realizado a 48 pacientes, se evaluó la cistatina C sérica como marcador de daño renal temprano en pacientes con Diabetes Mellitus. A todos los pacientes se les realizó Historia Clínica y toma de muestra por punción venosa para hemoglobina glucosilada, creatinina sérica y cistatina C sérica, mediante determinación cuantitativa por inmunoturbidimetría, además se determinó la excreción de albúmina en orina de 24 horas y la Tasa de Filtrado Glomerular estimada por la fórmula de Cockcroft y Gault. Concluyendo que la sensibilidad y exactitud diagnóstica de la cistatina C sérica resulta ser un marcador alternativo, más adecuado que la creatinina sérica para la estimación de la Tasa de Filtración Glomerular en sujetos con Diabetes Mellitus18.
Un artículo de revisión realizado por Laura Ramírez López et al., analizaron que para la evaluación de la función renal se usan marcadores convencionales como la creatinina y el nitrógeno ureico en sangre. Sin embargo, estas pruebas están sometidas a diferentes fuentes de variabilidad biológica, razón por la cual se ve la necesidad de identificar otros marcadores que permitan detectar de forma precoz la lesión renal, y que no se vean influenciados por factores dependientes del paciente. El estudio concluyó que la cistatina C cumple con características que la hacen un biomarcador más útil en la determinación de lesión renal, ya que muestra mayor utilidad diagnóstica que la creatinina sérica para detectar daño renal temprano19.
En un estudio de tipo observacional, descriptivo se analizó a 144 pacientes diagnosticados con Diabetes Mellitus de tipo 2, en la investigación predominaron los pacientes de más de 50 años de edad y del sexo femenino, además de la hipertensión arterial como enfermedad asociada y la neuropatía periférica como complicación. Se concluyó que la cistatina C en relación a la creatinina sérica es un biomarcador precoz de daño renal en pacientes con Diabetes Mellitus de tipo 2, sobretodo si existen comorbilidades y complicaciones que pueden conducir a la Enfermedad Renal Crónica, y deben prevenirse20.
Yanneth Moya y colaboradores analizaron la evaluación de la función renal a partir del uso de cistatina C como biomarcador de función renal en aquellos pacientes en que la Velocidad de Filtración Glomerular (VFG) estimada a partir de la concentración plasmática de creatinina puede llevar a errores de interpretación diagnóstica. Concluyendo que la precisión diagnóstica de cistatina C sérica es superior a la de creatinina sérica para la estimación de la función renal incluso en pacientes de edades avanzadas, con valores extremos del IMC debido a desnutrición u obesidad severas, que presentan paraplejia o cuadriplejia, padecen enfermedades de músculo esquelético, vegetarianos estrictos y también en embarazadas, por lo tanto la concentración de creatinina sérica no debe ser utilizada como única magnitud biológica para evaluar la función renal21.
En un estudio realizado a 156 pacientes diabéticos (rango etario: 40 a 70 años); 104 masculinos (67%); 52 femeninos (33%). Para detectar tempranamente la Nefropatía Diabética se recomienda medir la excreción de albúmina. Sin embargo, la caída en el filtrado glomerular puede ocurrir sin albuminuria manifestándose sólo con deterioro del filtrado. Por este motivo es necesario estimar, al menos anualmente la Tasa de Filtrado Glomerular, para el cálculo se utilizaron las ecuaciones: MDRD4-IDMS, CKD-EPI creatinina 2009, CKD-EPI cistatina C 2012 y CKDEPI creatinina-cistatina C 2012; teniendo como objetivo verificar la existencia de diferencias significativas al estimar la TFG con las ecuaciones CKD-EPI 2009, CKD-EPI cistatina C 2012 y CKD-EPI creatinina-cistatina C 2012, comparándolas con la ecuación MDRD4-IDMS. Los autores encontraron que las ecuaciones que utilizan cistatina C para estimar TFG, clasifican a los pacientes en categorías superiores (con mayor TFG) que de los pacientes evaluados con ecuaciones basadas en creatinina (MDRD4-IDMS y CKD-EPI). Esto tiene un impacto clínico importante en pacientes con TFG/CREA entre 45 y 75 ml/ min/1,73 m2 22.
Un estudio realizado en el año 2015 donde se midió el daño renal en pacientes con Diabetes Mellitus, demostró que la cistatina C fue más sensible 83,3% que la creatinina sérica 66,7%, estos valores se correlacionaron con el presente estudio.
La cistatina C y la creatinina sérica mostraron una alta correlación con el filtrado glomerular en pacientes con Nefropatía Diabética, especialmente la cistatina C siendo un biomarcador endógeno más sensible, detecta incluso cambios precoces en personas asintomáticas que se encuentran en fases iniciales de daño renal, además no varía según el género, ni la edad; de tal forma que puede utilizarse como prueba de rutina en pacientes con Nefropatía Diabética que tienen factores de riesgo para desarrollar Insuficiencia Renal Crónica.
Se recomienda utilizar la determinación de la cistatina C en la práctica clínica como una herramienta estable y precisa del filtrado glomerular especialmente en pacientes con Nefropatía Diabética.
AS400: Sistema Integrado; CREA: Creatinina; CKD-EPI: Chronic Kidney Epidemiology; DM: Diabetes Mellitus; ERC: Enfermedad Renal Crónica; ERCT: Enfermedad Renal Crónica Terminal; HECAM: Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín; IBM SPSS: International Business Machines Statistical Package for the Social Sciences; IMC: Índice de Masa Corporal; KDIGO: Kidney Disease Improved Global Outcomes; ND: Nefropatía Diabética; TFG: Tasa de Filtración Glomerular; TRR: Terapia de Reemplazo Renal; VFG: Velocidad de Filtración Glomerular; MDRD:Modification of Diet in Renal Disease.
PS: Concepción y diseño del trabajo, recolección/obtención de datos, redacción del manuscrito. EV, GB: Análisis e interpretación de datos, revisión crítica del manuscrito, asesoría estadística. AC: Asesoría técnica y administrativa, revisión y corrección final del artículo.
Mayra Paola Solís Espín. Licenciada en Laboratorio Clínico e Histotecnológico, Universidad Central del Ecuador. Tecnólogo Médico de Laboratorio 3, Laboratorio Clínico, Hospital General Pablo Arturo Suarez. Quito–Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5125-5626.
Gabriel Patricio Benavides Vásconez. Médico Cirujano, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Médico Asistencial, Clínica Sobrepeso Obesidad y Metabolismo. Quito–Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2043-4071.
Emma Lucila Vásconez Pazmiño. Licenciada de Histocitología, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Tecnólogo Médico en Laboratorio Anatomo Histopatológico, Universidad Central del Ecuador. Magíster en Gerencia de Salud para el Desarrollo Local, Universidad Técnica Particular de Loja. Licenciada de Histocitología, Laboratorio de Anatomía Patológica, Hospital General Enrique Garcés. Quito–Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1576-3786.
Augusta Natalia Campoverde Lupercio. Doctora en Medicina y Cirugía, Universidad de Cuenca. Master Universitario en Citogenética y Biología de la Reproducción (Especialidad en Citogenética), Universidad Autónoma de Barcelona. Especialista en Patología Clínica, Universidad Central del Ecuador. Médico Especialista en Patología Clínica 1, Unidad Técnica de Patología Clínica, Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito-Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2251-0138.
Para el estudio se utilizó recursos bibliográficos de uso libre y limitado, la información recolectada está disponible bajo requisición al autor principal.
El artículo científico fue aprobado por pares y por el Comité de Ética de Investigación en Seres Humano – CEISH/HCAM.
La publicación fue aprobada por el Comité de Política Editorial de la Revista Médica Científica CAMbios del HECAM.
El financiamiento para la realización de la presente investigación fue financiado por los autores.
Los autores declaran que no existe ningún conflicto de interés entre los autores para la planificación, implementación, redacción, revisión por pares, edición y publicación del presente trabajo.
Agradecemos a todas las personas y autoridades que colaboraron de alguna manera durante el proceso de investigación y permitieron su ejecución.