Prevalencia de Fracturas de Pelvis en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, 2017-2018 |
INTRODUCCIÓN. Las fracturas de pelvis se presentan con severidad variable, desde lesiones de baja energía, hasta lesiones secundarias a un traumatismo de alta energía, que llevan a una inestabilidad del anillo pélvico, con lesiones asociadas y altas tasas de morbi-mortalidad. El manejo inicial se sustenta en la aplicación de protocolos de soporte vital avanzado, disminuir el sangrado pélvico con medidas que reduzcan el volumen de perdida sanguínea en la cavidad pélvica y estabilización de la lesión. Tras la estabilización inicial del paciente el objetivo primordial radica en la restauración anatómica del anillo pélvico predictor de la recuperación funcional. OBJETIVO. Evaluar la prevalencia de pacientes con fracturas de pelvis que ingresaron a la Unidad de Ortopedia de un hospital de tercer nivel. MATERIALES Y MÉTODOS. Se trató de un estudio observacional, descriptivo, de corte transversal, con población 44126, una muestra de 233 pacientes, criterios de inclusión: diagnóstico de fracturas de pelvis, ingresados a la unidad, criterios de exclusión: edad menor a 18 años, registros se encontraban incompletos, el estudio fue en pacientes que ingresaron al Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, en el período comprendido del 1º de Enero, 2017 al 31 de Diciembre, 2018. Se realizó la revisión de Historia Clínica Única del sistema AS400 del Hospital, se analizó los datos con ayuda de SPSS v22. RESULTADOS. Se reportó una prevalencia anual del 0,255%. En promedio de edad global de 31 +/-5,6 años de edad, con un rango de 18 a 67 años. Afectación del 90,2% en población económicamente activa, la causa más común fueron los accidentes de tránsito 68,6% (160;233), el 81,61% (190;233) fue de sexo masculino, el 18,38% (43;233) femenino. CONCLUSIÓN. Las fracturas de pelvis representaron patologías de morbi-mortalidad elevada, con una prevalencia anual del 0,2% reportada en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, afectación mayor en población económicamente activa, proporción de 3 a 1 en relación hombre y mujer, los accidentes de tránsito la etiología más prevalente. El tiempo de traslado al hospital de referencia es mayor a los 120 minutos en la mayoría de casos, el manejo quirúrgico en los pacientes que lo requirieron mejoró el pronóstico funcional en los mismos.
Palabras Clave: Pelvis; Urgencias Médicas; Prevalencia; Heridas y Traumatismos; Indicadores de morbimortalidad; Diagnóstico.
INTRODUCTION. Pelvic fractures occur with varying severity, from low energy injuries, to secondary injuries to high energy trauma, which lead to pelvic ring instability,
with associated injuries and high morbidity and mortality rates. The initial management is based on the application of advanced life support protocols, reducing pelvic
bleeding with measures that reduce the volume of blood loss in the pelvic cavity and stabilization of the lesion. After the initial stabilization of the patient, the primary objective lies in the anatomical restoration of the pelvic ring predictive of functional recovery. OBJECTIVE. To assess the prevalence of patients with pelvic fractures admitted to the Orthopedics Unit of a third level hospital. MATERIALS AND METHODS. It was
an observational, descriptive, cross-sectional study, with population 44126, a sample
of 233 patients, inclusion criteria: diagnosis of pelvic fractures, admitted to the unit,
exclusion criteria: age under 18 years, records were were incomplete, the study was
in patients who entered the Orthopedics and Traumatology Service of the Carlos Andrade Marín Specialties Hospital, in the period from January 1, 2017 to December 31,
2018. The review of the Unique Clinical History of the AS400 system of the Hospital,
the data was analyzed with the help of SPSS v22. RESULTS. An annual prevalence
of 0,255% was reported. On average global age 31 +/- 5.6 years old, with a range
of 18 to 67 years. Affectation of 90,2% in economically active population, the most
common cause was traffic accidents 68,6% (160;233), 81,61% (190;233) was male,
18,38% (43;233) female. CONCLUSION. Pelvic fractures represented pathologies
of high morbidity and mortality, with an annual prevalence of 0,2% reported in the
Carlos Andrade Marín Specialties Hospital, major affectation in economically active
population, ratio of 3 to 1, in relation to men and women, traffic accidents the most
prevalent etiology. The transfer time to the reference hospital is greater than 120 minutes in most cases, surgical management in patients who required it improved their
functional prognosis.
Keywords: Pelvis; Medical emergency; Prevalence; Wounds and Injuries; Morbidity and mortality indicators; Diagnosis.
Las fracturas de pelvis son lesiones poco comunes, con alto riesgo vital y de manejo inmediato en traumatología. No sólo por la considerable mortalidad asociada al ser considerada como la fractura asesina, sino también por el potencial daño a otros sistemas que puedan comprometer la vida del paciente1. La comprensión de los tres tipos de fractura (A, B ó C), determinados por el grado de inestabilidad, es importante tanto para el tratamiento primario en unidades de emergencia, que incluye la compresión extrínseca de la pelvis para disminuir el diámetro del anillo pelviano y con ello el riesgo de progresión de hematomas retroperitoneales, como para la definición del tipo de estabilización a seleccionar para el manejo definitivo de la lesión.
Es una lesión característica de pacientes politraumatizados, por lo que el manejo oportuno por un equipo multidisciplinario, bajo los principios del manejo inicial de trauma, es vital para la sobrevida del paciente2. Bajo el mismo principio, deben descartarse lesiones de otros órganos, en especial de aquellos contenidos en la cavidad pélvica que requieran un accionar inmediato3,4.
La estabilización provisoria con tutor externo está reservada para pacientes en cuyo patrón de fractura se evidencia aumento del diámetro de la pelvis y compromiso hemodinámico. El manejo definitivo de la fractura debe llevarse a cabo en forma diferida, tomando en cuenta el concepto de cirugía de control de daño, es decir, en el momento en que nuestro accionar no aumente en forma considerable la morbimortalidad propia de la lesión5. El objetivo de este estudio fue evaluar la prevalencia de pacientes con fracturas de pelvis que ingresaron a la Unidad de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, 2017-2018.
Se realizó mediante un diseño epidemiológico, analítico, transversal de una población con un universo finito, y homogéneo, con una población de 44126, una muestra de 233 pacientes, los criterios de inclusión: diagnóstico de fracturas de pelvis, ingresados a la unidad. Se excluyó: pacientes con edad menor a 18 años de edad, además aquellos en los que los registros se encontraban incompletos y no se excluyo pacientes por derivación a otra institución de salud.
El estudio fue realizado en pacientes que ingresaron al Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, en el período comprendido del 1º de Enero, 2017 al 31 de Diciembre, 2018. La evolución se valoró a los 3 meses posteriores al evento utilizando la valoración clínico-radiográfica de Hannover.
Se analizó los datos de las Historias Clínicas Únicas de los pacientes obtenidas de sistema AS400 del hospital. Las variables analizadas fueron: edad, sexo, factores asociados, tipo de fractura, etiología, lesiones asociadas, tratamiento empleado, evolución funcional. Con análisis descriptivo para variables cualitativas a través de distribución de frecuencias, proporciones, razones y tasas; y de variables cuantitativas a través de medidas de tendencia central y de dispersión.
Se realizará pruebas estadísticas para determinar asociación entre variables categóricas a través de un análisis estratificado por medio de tablas de contingencia. Se utilizó el sistema SPSS v22 como software estadístico informático.
Resultados radiográficos |
Puntaje |
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Fuente. Hannover. Elaborado por. Autores | ||||||||||
a. Consolidación anatómica posterior con desplazamiento de la sínfisis del pubis menor de 5mm y/o desplazamiento de las ramas del pubis menor de 10mm. | (3 puntos) | |||||||||
b. Desplazamiento máximo posterior de 5mm y/o máximo desplazamiento anterior de la sínfisis del pubis de 6 a 10mm y/o ramas del pubis 10-15mm. | (2 puntos) | |||||||||
c. Desplazamiento posterior mayor de 5mm y/o desplazamiento anterior de la sínfisis del pubis mayor de 10mm y/o desplazamiento de las ramas del pubis mayor de 15mm | (1 puntos) |
Resultados radiográficos |
Puntaje |
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Fuente. Hannover. Elaborado por. Autores | ||||||||||
a. No dolor, no deficiencia neurológica, urológica, ni funcionales. | (4 puntos) | |||||||||
b. Dolor después del ejercicio intenso, no analgésicos, ligera deficiencia funcional (ocasional cojera). | (3 puntos) | |||||||||
c. Siempre dolor después del ejercicio intenso, analgésicos ocasionalmente, notable deficiencia funcional (uso de bastón o muletas), deficiencia motora y/o sensorial. | (2 puntos) | |||||||||
d. Dolor permanente al reposo, uso frecuente de analgésicos, uso regular de muletas, bastón, silla de ruedas. Deficiencia motora inhabilitante. Deficiencia sensorial. | (1 puntos) |
Se presentó un diagnóstico de fractura de pelvis, del total 110 registros (47,21%) en el año 2017 y 123 registros (52,78%) el año 2018, con una prevalencia global anual del 0,255% en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín.
De los 233 registros, 39,91% (93;233) presentaron lesiones asociadas, el 15,87% (37;233) pacientes presentaron Traumatismo Cráneo Encefálico (TCE) grave, trauma de tórax en 9,87% (23;233), trauma de abdomen 8,58% (20;233), y trauma en órganos intrapelvicos 5,57% (13;233). Figura 1.
El promedio de edad de los pacientes ingresados con diagnóstico de fractura de pelvis fue de 31 años +/-5,6, con un rango de 18 a 67 años. Según grupos etarios reflejo, adultos jóvenes de 18 a 29 años un total del 33,47% (78;233), adultos de 30 a 49 años un total 52,78% (123;233), y en adultos mayores de 50 a 69 años un total de 9,44% (22;233). Figura 2.
El mayor número de pacientes con fractura de pelvis se encuentro en la población económicamente activa con una afectación del 90,2%, se realizó un análisis de las causas más comunes de fracturas de pelvis, donde los accidentes de tránsito representaron un total del 65,6%,(153;233), las lesiones por caída de altura un total de 27,89% (65;233) y caídas de propia altura un 6,43% (15;233). Figura 3.
Un análisis del tiempo de demora en la llegada a unidades de atención de emergencia se obtuvo un tiempo estimado de menos 60 minutos en el 9,44% (22;233), y 61 a 120 minutos en 15,02% (35;233) y mayor a 120 minutos un 71,24%. (166;233). Existió la prololongación del tiempo de traslado debido a que provenían de otra Unidad Médica donde realizaron la estabilización inicial. Figura 4.
Pacientes de sexo masculino fueron afectados con 78,11% (182;233), y femenino en el 17,59% (41;233). Además de los pacientes ingresados a hospitalización fueron 57,93% (135;233), de los cuales 19,31% (45;233) requirieron ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, y pacientes con manejo ambulatorio desde Emergencia en 39,46% (88;233). De los 135 pacientes ingresados se realizaron tratamiento quirúrgico en el 94,81% (128;135), y el 5,18% (7;135) fallecieron por afectación múltiple y en las primeras horas del trauma. Figura 5.
Se realizó la valoración a los 3 meses posteriores al evento utilizando la escala de Hannover: catalogando como excelente 33,3% (25;135), bueno 55,5% (41;135), regular 11,1% (8;135). Figura 6.
Una prevalencia anual de fracturas de pelvis a nivel mundial del 10,0% Cação G et al, en países latinoamericanos del 3,0%, sin embargo en resultados obtenidos fue del 0,25% anual según Khurana B et al, la incidencia anual de fracturas de pelvis se ha estimado en 19-37 casos por 100.000 habitantes, no se cuenta con reporte en Ecuador de incidencia, el resultado obtenido llega a 5,57 casos por 100000 habitantes6. Es frecuente encontrar lesiones asociadas en otros órganos y sistemas, como el 25,0% pacientes de fracturas de pelvis.
En relación a los hallazgos del 39,91% de casos, del número total de ingresos a la Unidad de Ortopedia y Traumatología el 0,52% presentaron un diagnóstico de fractura de pelvis relacionado con resultados encontrados en el estudio de Guthrie H et al, que reportarón un 2,0%7,8. Las características demográficas y epidemiológicas de la población atendida en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín con fractura de pelvis fueron similares a la literatura consultada. La edad promedio del estudio fue de 31 años, mayor afectación en adultos jóvenes y adultos que es la población económicamente activa, con una proporción de 3-1 a favor del sexo masculino, que disminuye sus años de vida laboral.
Guthrie H, et al9. Reporó una afectación de edad de 40 +/- 7.8 años, y una proporción de 2-1 a favor del sexo masculino. La etiología más prevalente fue los traumas de alta energía, de los cuales los accidentes de tránsito de alta velocidad, cuyo mecanismo de lesión es el arrollamiento por vehículo automotor en su mayor medida, presentándose las lesiones más graves, que comprometen la vida del paciente Henes F, et al10.
Manifestó una afectación mayor en pacientes masculinos por traumas de alta energía: atropellados, o accidentes automovilísticos; no así, el sexo femenino que generalmente presenta mecanismos de baja energía. En relación a los mecanismos de baja energía como: caídas o accidentes en vía pública de baja velocidad; en su mayoría presentaron fracturas pelvis tipo A (estables), con lesiones asociadas no graves, quienes tuvieron evolución y resolución favorables11-13.
En cuanto a mecanismo de lesión, en el estudio se concuerda con la bibliografía consultada, donde se mencionó como causa principal a los accidentes de tránsito, seguido por las caídas de altura por caídas de propia altura o baja energía14. Las fracturas registradas en el estudio realizado se relacionaron con mecanismos de baja energía, estables y tuvieron una prevalencia del 0,25% en la atención de emergencia Traumatológica, con un tratamiento ortopédico adecuado presentaron una evolución postraumática adecuada, con una escala funcional buena, en contraste con las fracturas de pelvis de alta energía las que presentan mayor número de complicaciones y lesiones asociadas; además, que requirieron una resolución quirúrgica para dar estabilidad que aumentó la morbi-mortalidad y se corroboró en el estudio ya que los pacientes con fracturas tipo B y C (inestables), sufrieron lesiones asociadas como TCE grave, tórax inestable, contusión profunda de abdomen y lesiones intrapelvicas, lo qué complicó la evolución del trauma15,16.
El tratamiento que recibieron los pacientes, además de la reanimación inicial y de la atención a lesiones asociadas, fue quirúrgico con 94,81%, en relación con los resultados de Henes F et al17, en los que se indica del 60,0 al 90,0% de resolución quirúrgica, siendo la cirugía pasado la etapa inicial del trauma de 7 a 14 días después del mismo la de mayor preferencia18. De los pacientes que ameritaron cirugía de urgencia 5,18% la mayoría requirió intervención en conjunto con Servicios que manejan trauma (C. General, Urología) de acuerdo con los protocolos de atención al paciente politraumatizado, con resultados negativos con una tasa de mortalidad alta. En estos pacientes se colocaron fijadores externos como tratamiento inicial. Rodrigues de Souza N et al recomendó la fijación externa como tratamiento de elección para disminuir la pérdida hemática originada en los plexos venosos retroperitoneales y corrección del estado de choque19.
La literatura latinoamericana, sugirió el uso de la fijación externa en 39,6 y 60,4% de los casos emergentes, en el estudio se usó en un 100,0% de los casos que ameritaban acción urgente ya que es primordial la estabilización hemodinámica. Se reportó una disminución de la tasa de mortalidad de un 26,0 a 6,0% con el uso de fijadores externos, mejorando la calidad de atención y frenando la respuesta metabólica al trauma.
Se mencionó que el porcentaje de pacientes que fallecieron fue alto en un total de 7 pacientes ya que los factores que influían principalmente: lesión craneal, la pérdida hemática, la coagulopatía, lesión visceral intrapelvica y heridas20. La mortalidad por facturas inestables varía de 14,0 a 50,0%, la evolución depende de la presencia de traumatismo craneoencefálico y lesiones asociadas, en el estudio se mantiene con alta la tasa de mortalidad que en el estudio llego a un 0,05%.
Las fracturas de pelvis tuvieron una prevalencia anual del 0,2% en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, se realizó manejo quirúrgico en el 94,8% de paciente que ingresaron a hospitalización, siendo patologías con morbimortalidad elevada, debido a que no se presentaron como patologías únicas sino con lesiones asociadas, siendo las más comunes relacionadas con trauma craneoencefálico severo en un 39,38% de pacientes, una mayor afectación en población económicamente activa en un rango de edad de 18 a 49 años de edad, en una relación de 3 a 1 hombre/ mujer.
El trauma de alta energía ocupó la causa más común de fracturas de pelvis, en el que el accidente de tránsito ocupa el 68,6% del total. Son patologías que implicaron una alta morbimortalidad el tiempo entre el transporte y llegada del paciente a la Unidad de Emergencias fue mayor a los 120 minutos en un 74,43% de los casos.
PS, LC: Concepción y diseño del trabajo. Recolección y obtención de resultados. Análisis e interpretación de datos. Redacción del manuscrito. TM, VG, LC: Recolección de datos. Análisis crítico del artículo. Todos los autores leyeron y aprobaron la versión final del artículo.
Pablo Ignacio Sánchez Gómez. Doctor en Medicina y Cirugía, Universidad Central del Ecuador. Especialista en Ortopedia y Traumatología, Unidad de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito–Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-2625-7061
Luis Alberto Calderón Villa. Médico, Universidad Central del Ecuador. Médico Posgradista, Ortopedia y Traumatología, Universidad San Francisco de Quito. Unidad Técnica de Ortopedia y Traumatología, Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín. Quito–Ecuador. ORCID ID: http://orcid.org/0000-0003-2476-0007
Toa Elizabeth Morillo Núñez. Médico, Universidad Central del Ecuador. Posgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Servicio de Medicina Interna, Hospital Vozandes. Quito-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-9040-5359
Verónica Stephanie Gálvez Alarcón. Médico Cirujano, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Médico Residente Asistencial, Servicio de Medicina Interna, Clínica Diagnostico Agudo y Médicos Especialistas (DAME). Quito-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-0181-6111
HECAM: Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín; TCE: Traumatismo Cráneo Encefálico; DAME: Clínica Diagnostico Agudo y Médicos Especialistas.
Los datos que sustentan los hallazgos de este estudio están disponibles bajo requisición al autor principal.
El artículo científico fue aprobado por pares y por el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos – CEISH/ HECAM.
La publicación fue aprobada por el Consejo Editorial del HECAM.
Por medios propios de los autores
Los autores reportan no tener ningún conflicto de intereses personal, financiero, intelectual, económico y de interés corporativo.
Al personal de salud de la Unidad Técnica de Traumatología del Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín.