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Intususcepción yeyuno duodenal, secundaria al uso de sonda Foley para nutrición |
INTRODUCCIÓN. La gastrostomía endoscópica percutánea, técnica frecuente para proporcionar una vía de nutrición enteral por periodos prolongados viabiliza al uso de sonda Foley, como reemplazo a los tubos de gastrostomía convencional, representó un método fácil y económico, pero se asoció con mayor complicación y son raros los casos que se reportó. CASO CLÍNICO. Paciente de sexo masculino, de 18 años de edad, usuario de sonda Foley por 10 meses para nutrición enteral. En enteroscopia, se observó migración de la sonda e intususcepción yeyuno duodeno, que dio paso a procesos diagnósticos emergentes. RESULTADOS. Paciente de código rojo, por imposibilidad de recambio de sonda Foley, abdomen agudo, leucocitos de 15 500/ ml, neutrófilos 78,8%, hemoglobina 14,0 g/l, albúmina 3,2 g/dl y proteínas 6,4g/dl. Enteroscopia duodenoyeyunal con invaginación del intestino sobre la sonda, y erosión de las paredes. DISCUSIÓN. La evidencia científica reportó que el uso de sonda Foley para nutrición, se utilizó de forma amplia, fue de opción económica, pero existió complicaciones prevenibles, mediante vigilancia periódica y acción emergente como el caso expuesto. CONCLUSIÓN. La vigilancia periódica de la fijación domiciliaria, el diagnóstico y protocolo de tratamiento oportuno en la entidad de salud fueron acciones que permitieron resolver la intususcepción descrita con evolución satisfactoria del paciente por uso de dispositivo alternativo para nutrición.
Palabras Clave: Gastrostomía; Intususcepción; Catéter; Endoscopia; Nutrición Ente- ral; Complicaciones Postoperatorias.
INTRODUCTION. Percutaneous endoscopic gastrostomy, a frequent technique to
provide an enteral nutrition route for prolonged periods, makes possible the use of
a Foley catheter, as a replacement for conventional gastrostomy tubes, represented
an easy and economical method, but it was associated with greater complication and
the complications are rare. cases that were reported. CASE REPORT. Male patient,
18 years old, user of Foley catheter for 10 months for enteral nutrition. In enteroscopy, probe migration and jejunal duodenal intussusception was observed, which gave
way to emerging diagnostic processes.RESULTS Red code patient, due to inability
to replace a Foley catheter, acute abdomen, leukocytes of 15,500 / ml, 78,8% neutrophils, hemoglobin 14,0 g / l, albumin 3,2 g / dl and protein 6,4g / dl. Duodeno
Yeyunal enteroscopy with invagination of the intestine on the catheter, and erosion of
the walls. DISCUSSION. Scientific evidence reported that the use of a Foley catheter
for nutrition, was used extensively, was an economic option, but there were preventable complications, through periodic surveillance and emerging action as the case
described. CONCLUSION. Periodic monitoring of home fixation, diagnosis and timely
treatment protocol in the health entity were actions that allowed solving the intussusception described with satisfactory evolution of the patient by use of an alternative
nutrition device.
Keywords: Gastrostomy; Intussusception; Catheter; Endoscopy; Enteral Nutrition; Complications.
La gastrostomía endoscópica percutánea (GEP), es un procedimiento cada vez más frecuente, con pocas complicaciones; siendo la vía endoscópica la preferida, su colocación es relativamente sencilla1. El uso de sondas Foley como reemplazo de los tubos convencionales de gastrostomía, es una alternativa extensamente utilizada por su facilidad de aplicación y costo, pero está relacionada con mayor índice de complicaciones2.
Paciente de sexo masculino de 18 años de edad, con evolución de un año, presentó intento autolítico, paro cardiorrespiratorio, secuelas neurológicas con imposibilidad para deglutir, dependiente de terceros y usó sonda de gastrostomía tipo Foley por 10 meses; los recambios se realizaron en su domicilio. Acudió al Servicio de Emergencia porque hace 6 horas, se intentó realizar recambio de sonda Foley sin éxito. Al examen físico, presentó el abdomen distendido y doloroso, el sitio de la gastrostomía no presentaba signos de infección. Se intentó desinflar balón de sonda, sin éxito y mostró marcada resistencia al intentar traccionar la misma. Los exámenes de laboratorio registraron: leucocitos de 15500/ml, neutrófilos 78,8%, hemoglobina 14,0 g/l, albúmina 3,2 g/dl y proteínas 6,4g/dl. Se decidió realizar endoscopia digestiva alta urgente, y se encontró, que la sonda Foley había migrado del estómago hacia el intestino delgado. Figura 1.
Se avanzó hasta la tercera porción duodenal, evidenciando que la sonda se dirigió hacia segmentos inferiores.
Por la sospecha de perforación, se realizó radiografía de abdomen, aplicando material de contraste hidrosoluble mediante la sonda; sin evidenciar fuga del mismo hacia otros órganos. Figura 2.
Se realizó una enteroscopia, en la cuarta porción duodenal se encontró a nivel de ángulo duodenoyeyunal, invaginación del intestino sobre la sonda, además erosión de las paredes sobre las que descansaba ésta. Se realizó tracción, bajo visión endoscópica, logrando extracción de la sonda. Figura3,4.
Se colocó sonda de gastrostomía de reemplazo vía endoscópica, la evolución fue satisfactoria.
La sonda de gastrostomía, ha sido un elemento ampliamente utilizado, para proporcionar nutrición a pacientes que no pueden alimentarse por vía oral, y que poseen un tracto gastrointestinal indemne. Fue utilizada por primera vez en 1980, por Gaunderer y Ponsky1. Inicialmente se usó en niños, pero hoy en día, su uso se ha extendido, pudiendo ser utilizada a cualquier edad. Ha sido preferida sobre la sonda nasogástrica y aquellas que han requerido colocación por vía quirúrgica sea gástrica o yeyunal.
Ha sido indicada en aquellos pacientes que han requerido nutrición enteral por un largo periodo, mayor a 8-12 semanas, pudiendo ser reemplazadas por botones de gastrostomía a partir de los 2-3 meses3. Algunos autores prefirieron, realizar un cambio de sonda cada 6 meses, otros, reportaron que la sonda se mantuvo íntegra y funcional hasta por 10 años3,4. Ha sido considerable la utilización en patologías neurológicas y neoplásicas que imposibilitaron la alimentación por vía oral.
Las complicaciones derivadas del uso de este tipo de sonda, se presentaron en un promedio del 4,0% al 25,0%; las mismas que se las dividió en menores y mayores5-7. Las menores 13,0-43,0% fueron: infección de la herida quirúrgica y dolor. Las mayores 0,4-8,4% fueron: fascitis necrotizante, perforación y peritonitis, síndrome de Buried Bumper, íleo, obstrucción, sangrado y muerte8-11. La mortalidad asociada al procedimientoosciló entre 0,0 - 2,0%, entre el 6,7 – 26,0% a los 30 días y hasta un 63,0% al cabo de un año. Esto último, de manera general por complicaciones de la patología de base, antes que por el uso mismo de la sonda12. Han sido reportadas otras complicaciones menos frecuentes, como pancreatitis aguda y colangitis13.
Los casos reportados de intususcepción son raros, de forma general, se han presentado de manera tardía y muchos de ellos se produjeron durante el retiro de la sonda de gastrostomía, cuando no se ha percatado la migración de la misma, puesto que no todos los casos presentaron signos de obstrucción14-16.
El uso de una sonda Foley, ha sido un procedimiento muy común para el reemplazo temporal de las sondas de gastrostomía17.
Algunos estudios, defendieron el papel de la sonda Foley para nutrición durante largos periodos16,19, pero otros, indicaron que su uso a largo plazo se asoció de manera significativa con mayores complicaciones, siendo la migración y obstrucción intestinal la más frecuente con 19,0% de casos. Esta, de manera general ocurrió en los primeros 3 meses luego de su inserción. Menos frecuentes, fueron la obstrucción de la sonda y ruptura del balón. En la mayoría de casos de intususcepción, fue necesaria la resolución del cuadro por vía quirúrgica, pues existió sufrimiento intestinal y riesgo de perforación17,18. En el caso clínico que se presentó, fue probable que por el corto tiempo de evolución y rápida actuación, se logró la remoción manual de la sonda.
Según el estudio de Metussin y colaboradores, un factor determinante para la migración de las sondas Foley, fue el anclaje externo de la misma y la revisión frecuente del desgaste que pudo presentar. El llenado del balón con solución salina, ha facilitado la cristalización del mismo y la imposibilidad de retiro posterior, y ha sido recomendable el uso de agua destilada20.
Acorde a la bibliografía revisada, el uso de sonda Foley, fue económico, pero se asoció con mayores complicaciones que las sondas de gastrostomía convencional y aumentó cuando se utilizó solución salina para inflar el balón, por el alto riesgo de cristalización. En el caso presentado, la vigilancia periódica de la fijación que realizaron los familiares; así como el diagnóstico oportuno, el procedimiento y maniobra de tracción bajo visión endoscópica ejecutada en el Servicio de Emergencia de la entidad de salud, permitió resolver la intususcepción descrita con evolución satisfactoria del paciente. Éstas acciones fueron meritorias cuando se utilizó un insumo alternativo para nutrición enteral, permitió evitar complicaciones y su uso a largo plazo fue seguro.
Investigar a cuidadores de pacientes con alimentación parenteral el grado de conocimiento que tienen sobre las técnicas de cuidado y limpieza de tipos de sondas más usadas en contextos de hospitales.
GEP: Gastrostomía endoscópica percutánea; ml: mililitro; g/l: Gramo/litro; g/ dl: Gramo/decilitro.
ASMG: Concepción y diseño del manuscrito. ASMG, GECH, DAAZ: Obtención de imágenes y redacción del manuscrito. ASM, GECH, DAAZ: Revisión y aprobación de la versión final.
Alejandro Sebastián Mayorga Garcés. Médico, Universidad Central del Ecuador. Especialista en Gastroenterología y Endoscopia, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Unidad Técnica de Gastroenterología, Hospital General Docente Ambato. Ambato - Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9831-8559
Gustavo Enrique Calle Hinojosa. Doctor en Medicina y Cirugía, Universidad de Cuenca. Especialista en Gastroenterología y Hepatología, Universidad de Niza Sophia Antipolis. Unidad Técnica de Gastroenterología, Hospital José Carrasco Arteaga. Cuenca – Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3778-7017
David Augusto Andrade Zamora. Doctor en Medicina y Cirugía, Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Especialista en Gastroenterología, Universidad del Salvador. Unidad Técnica de Gastroenterología, Hospital José Carrasco Arteaga. Cuenca – Ecuador. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2227-4016
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El artículo científico fue aprobado por pares y por el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos CEISH-HCAM.
La publicación fue aprobada por el Comité de Política Editorial del HECAM.
Se trabajó con recursos propios de los autores.
Los autores reportan no tener ningún conflicto de interés, personal, financiero, intelectual, económico y de interés corporativo.
Agradecemos a la Dra. Olga León Manrique, de la UNAL, por sus brillantes ideas para la elaboración de este trabajo.