Dependencia afectiva y violencia intrafamiliar en una población de Chimborazo- Ecuador. |
Dependencia afectiva y violencia intrafamiliar en una población de Chimborazo- Ecuador.
Affective dependence and domestic violence in a population of Chimborazo Ecuador.
Gina Alexandra Pilco Guadalupe1, Alejandra Salomé Sarmiento Benavides1, Mireya Johana Estrada Colcha1,Yosbanys Roque Herrera1, Jenny Elizabeth Amanta Mejicano2.
INTRODUCCIÓN. En Ecuador, se han detectado altos niveles de violencia y dependencia afectiva
en mujeres que residen en la zona urbana. Los estudios realizados son pocos, en relación con el
incremento de esta problemática. OBJETIVO. Establecer la asociación entre variables categóricas
de dependencia emocional y tipo de violencia intrafamiliar. MATERIALES Y MÉTODOS. Estudio
no experimental correlacional. Población y muestra conocida de 60 mujeres que declararon haber
experimentado alguna forma de violencia por parte de su pareja, atendidas en el Centro de Salud
Santa Rosa de Riobamba en el año 2019. Los instrumentos aplicados fueron: Cuestionario de
Dependencia Emocional que evalúa: ansiedad por separación, expresión afectiva de la pareja,
modificación de planes, miedo a la soledad, expresión límite, búsqueda de atención; y la escala de
violencia intrafamiliar VIFJ4 que evalúa: violencia física, psicológica, sexual, social, patrimonial, de
género y el nivel de severidad. Se realizó el análisis en el programa estadístico International Business
Machines Statistical Package for the Social Sciences, versión 25. RESULTADOS. Mujeres
con relaciones de pareja formales 83,3%; con nivel escolar de secundaria 68,3%; y con nivel socioeconómico
medio 70,0%. Nivel de dependencia elevado 68,3%. La media de los factores inherentes
a la dependencia emocional permitieron establecer a la mayoría en la categoría ligeramente
más verdadero que falso, con excepción del denominado miedo a la soledad, en el que predominó,
completamente falso de mí. CONCLUSIÓN. Se estableció una relación significativa entre factores
de dependencia afectiva y violencia intrafamiliar, excepto en el caso de los factores ansiedad por
separación y dependencia expresión afectiva pareja.
Palabras clave: Violencia de Pareja; Relaciones Interpersonales; Violencia Doméstica; Codependencia
Psicológica; Exposición a la Violencia; Violencia contra la Mujer.
INTRODUCTION. In Ecuador, high levels of violence and emotional dependence have been detected
in women living in urban areas. Few studies have been carried out in relation to the increase of
this problem. OBJECTIVE. To establish the association between categorical variables of emotional
dependence and type of domestic violence. MATERIALS AND METHODS. Non-experimental
correlational study. Population and known sample of 60 women who reported having experienced
some form of violence by their partner, attended at the Santa Rosa de Riobamba Health Center in
2019. The instruments applied were: Emotional Dependence Questionnaire that evaluates: separation
anxiety, affective expression of the partner, modification of plans, fear of loneliness, borderline
expression, attention seeking; and the VIFJ4 intrafamily violence scale that evaluates: physical,
psychological, sexual, social, patrimonial, gender violence and the level of severity. The analysis
was carried out using the statistical program International Business Machines Statistical Package
for the Social Sciences, version 25. Women with formal relationships 83,3%; with secondary school
level 68,3%; and with medium socioeconomic level 70,0%. High level of dependency 68,3%. The
mean of the factors inherent to emotional dependence allowed to establish the majority in the category
slightly more true than false, with the exception of the so-called fear of loneliness, in which
it predominated, completely false of me. CONCLUSION. A significant relationship was established
between factors of affective dependence and intrafamilial violence, except in the case of the factors
separation anxiety and partner affective expression dependence.
Keywords: Intimate Partner Violence; Interpersonal Relations; Domestic Violence; Codependency,
Psychological; Exposure to Violence; Violence Against Women.
Las diferentes dinámicas que construyen las parejas se basan en la selección de varias características que consolidan un modo único de interacción. Es así, como la dependencia afectiva puede establecerse como la dinámica de ciertas relaciones emocionales; se concibe como una forma de vínculo donde existen actos, demostraciones o consecuencias que causan malestar, daño o perjuicio a los miembros de la pareja. Se presenta como estado, al aparecer durante la relación actual y no existen antecedentes. En cambio, la dependencia afectiva como rasgo, es aquella que se detecta a lo largo de todas las relaciones que ha experimentado el individuo1.
Los esquemas cognitivos se establecen como el conjunto de creencias o expectativas acerca de algo; que se desarrolla durante la infancia y adolescencia. En consecuencia, las situaciones de maltrato en esa etapa de la vida generan distorsiones en los esquemas cognitivos durante la adultez, lo que causa que el sujeto acepte la violencia como parte de su vida. Las personas con dependencia afectiva desarrollan un esquema de “desconfianza/abuso”, que implica la creencia de un modo predecible que no permite satisfacer las necesidades afectivas2.
González y Leal proponen seis factores que componen la dependencia afectiva: ansiedad de separación, expresión afectiva de la pareja, modificación de planes, miedo a la soledad, expresión límite y búsqueda de atención, mismos que posibilitan apreciar la presencia de diversos niveles de obediencia y sumisión ante la pareja, que ocasiona la pérdida progresiva de independencia y autonomía. El individuo afectado cede de forma voluntaria los espacios personales, al crear un desequilibrio profundo en el control y manejo de la relación3.
La autoestima es uno de los elementos que se modifican en dependencia del nivel de acercamiento y seguridad que proporciona la figura de la que se depende, al generar manifestaciones negativas y positivas de afectividad de una manera intermitente. Las situaciones de violencia en la relación de pareja pueden producir mayores alteraciones psicológicas en el sujeto dependiente4.
Las parejas que se conforman en base a la violencia y a la dependencia experimentan situaciones agradables e insatisfactorias sin distinción, debido a la presencia de necesidades afectivas, cognitivas y motivacionales que carecen de objetivos claros. Los sujetos se encuentran con una expectativa incierta marcada por la única finalidad de mantenerse en compañía de la pareja a la espera de alguna muestra de afecto5.
La violencia de pareja manifiesta diferencias en relación con la intrafamiliar o la de género. En la primera, los actos de esa naturaleza se producen al interior de la relación, con la generación de un patrón establecido o por situaciones en apariencia casuales que producen algún daño a ambos o algún miembro de la pareja6.
En adolescentes y adultos jóvenes, los factores que inciden en el desarrollo de violencia son: el sexismo y la misoginia. El primero hace referencia a la asunción de habilidades y conductas propias del sexo biológico de una manera negativa; mientras que el segundo, comprende un nivel de aversión hacia la mujer. Ambos elementos pueden provenir de formas de crianza y sesgos culturales7.
Esta problemática es progresiva e involucra un ascenso de la conducta violenta. En un primer ciclo, la víctima experimenta sucesos casi imperceptibles de violencia como insultos o empujones, en general, una postura pasiva favorece el incremento del comportamiento del victimario. En el segundo, los actos se agravan a través de fuertes golpes que causan severas lesiones e incluso la muerte, en esta, es muy probable que se produzca la separación de la pareja. El tercero incluye intentos de reconciliación por parte del victimario, mediante promesas y manifestaciones de arrepentimiento8.
En la pareja, la violencia física se refiere a la generación intencional de algún tipo de daño o malestar a la integridad biológica, lo que constituye un problema social y de Salud Pública. La primera denuncia se llevó a cabo en Cuba año 1819; ese hecho fue asociado con la posición de subordinación y sumisión que tenía la mujer dentro de la sociedad, con la consideración de que un factor determinante era el cultural, debido a que hombre y mujer crecen de formas diferentes: los hombres realizan actividades productivas que le otorgan poder y manejo económico, mientras que la mujer asume roles domésticos y su manutención depende del resultado del trabajo de su pareja9.
La violencia sexual puede ser ejercida mediante actos de insinuación, intimidación o forzamiento de esa índole. Al respecto, la violación tiene como fin la venganza y la humillación de la víctima como una forma de dominación y reafirmación de poder10.
La violencia social se asocia con actos de agresión y está agrupada con otros tipos; se manifiesta en lugares públicos o en presencia de otras personas. Los orígenes de estos tipos de conductas se originan en el seno de los círculos familiares, culturales y sociales como forma de relacionarse con el medio, a partir de creencias preestablecidas que reconocen a la violencia como medio de demostración y toma del poder, además de permitir la dominación sobre otros individuos11.
Por su naturaleza sutil o manifiesta, insidiosa o directa y subjetiva u objetiva, la violencia psicológica resulta la menos explorada, esta comprende sucesos o hechos que buscan dominación y control mediante diferentes formas de agresión dirigidas a la humillación, denigración y crítica. Una persona puede ejercerla de manera encubierta con el uso de elementos poco perceptibles de esta como caricias, chistes, mensajes, entre otros; y podría ser evidente a través de actos declarados de manera abierta12.
Casi imperceptible y difícil de detectar en un inicio, la violencia patrimonial se observa unida a la económica, se evidencia al prohibir o limitar el uso de bienes comunes o dinero, a través del poder que ejerce la persona que tiene la posibilidad de adquisición13.
La investigación tuvo como objetivo establecer la asociación entre variables categóricas de dependencia emocional y tipo de violencia intrafamiliar en pacientes de género femenino atendidas en el Centro de Salud Santa Rosa en Riobamba, año 2019 que declararon haber experimentado alguna forma de violencia de pareja.
Estudio no experimental correlacional en base a los procedimientos descritos por, Hernández M, et al.14, que tuvo como objeto de estudio la violencia intrafamiliar y la dependencia emocional. Población y muestra conocida de 60 mujeres que declararon haber experimentado alguna forma de violencia por parte de su pareja, las que fueron atendidas en consultas integrales por el equipo de salud en el Centro Santa Rosa en el año 2019, con edades entre 18 y 36 años, con una ᵡ=25,85 y una δ=4,97. Se utilizó el cuestionario de dependencia emocional (CDE) de Lemos y Londoño15, cuya validación arrojó un alfa de Cronbach de 0,93 y un análisis factorial de 64,7% en la varianza total. Este se evalúa a través de 6 factores: ansiedad por separación (intolerancia de las mujeres al ausentarse de su pareja, por la necesidad imperiosa para llevar una vida feliz), expresión afectiva de la pareja (necesidad constante de recibir expresiones de afecto por parte de la pareja, que le brinda seguridad), modificación de planes (la mujer resta importancia a sus planes personales, al priorizar las exigencias señaladas por su pareja), miedo a la soledad (temor exagerado a la separación de su pareja), expresión límite (comportamientos extremos para mantener la relación de pareja) y búsqueda de atención (asume comportamientos incongruentes con sus necesidades y deseos por anteponer los de su pareja).
El procesamiento de los datos obtenidos a partir de ese instrumento se realiza con el empleo de una escala compuesta por 6 categorías16: completamente falso de mí; la mayor parte falso de mí; ligeramente más verdadero que falso; moderadamente verdadero de mí; la mayor parte verdadero de mí; y, me describe perfectamente.
La violencia intrafamiliar se estudió mediante la escala VIFJ4, que establece seis posibles tipologías (física, psicológica, sexual, social, patrimonial y de género); mide la severidad mediante tres niveles (leve, moderado y severo); además de la frecuencia con que ocurre este tipo de comportamientos (casi nunca, pocas veces, a veces, muchas veces y casi siempre). La confiabilidad del instrumento quedó establecida por sus creadores en un 0,938 mediante la prueba de alfa de Cronbach17.
El procesamiento de los datos se realizó mediante pruebas estadísticas descriptivas de análisis de frecuencias (absoluta y relativa) y tendencia central (media, mediana y desviación estándar); además de la inferencial no paramétrica X2 para establecer la asociación entre las variables de estudio. Para estos procedimientos, los investigadores emplearon el programa estadístico International Business Machines Statistical Package for the Social Sciences (SPSS IBM), versión 25.
Previo a la aplicación de instrumentos, las participantes emitieron su consentimiento informado a través del correspondiente documento. Las autoridades de las instituciones involucradas otorgaron los respectivos permisos y avales para el desarrollo del proceso investigativo.
En relación, con el estado civil, el 83,3% (50; 60) correspondió a casadas o en unión libre; nivel de instrucción: analfabeta 1,7% (1; 60), primaria 13,3% (8; 60), secundaria 68,3% (41; 60) y universitaria 16,7% (10; 60). El 70,0% (42; 60) perteneció al nivel socioeconómico medio. La mayoría de las evaluadas manifestaron un nivel de dependencia elevado 68,3% (41; 60); mientras que, un 16,6% (10; 60) presentó ausencia o bajo nivel de dependencia emocional. Tabla 1.
El estado promedio de la mayoría de los factores relacionados con la dependencia emocional estuvo alrededor del valor de escala ligeramente más verdadero que falso, con un rango de media que osciló entre 2,83 y 3,08; la excepción resultó el caso de miedo a la soledad, en el que predominó completamente falso de mí, 1,36. Tabla 2.
Respecto a los tipos de violencia intrafamiliar, se pudo apreciar que preponderó el nivel moderado, el que estuvo presente entre el 53,3% y el 60,0% de los casos en todas las tipificaciones estudiadas. Tabla 3.
En los seis tipos de violencia intrafamiliar, se observó predominio en los niveles moderado y severo; mientras que, en la dependencia emocional sobresalió el nivel de dependencia elevado. Además, no existieron coincidencias en todos los casos estudiados en atención a valores de escala similares en ambas variables, característica que resultó evidente en los niveles ausencia, baja y leve. Tabla 4.
Se observó una relación significativa entre tipos de violencia y factores de dependencia emocional; la excepción resultó ansiedad por separación con un p valor de 0,161 y dependencia expresión afectiva pareja, 0,06. Tabla 5.
Las personas que experimentan dependencia emocional tienden a minimizar conductas de humillación, celos, agresiones físicas, etc., con el objetivo de mantener la relación de pareja. Esta situación atenta contra la identidad y autonomía de la persona debido al temor a la soledad y la poca tolerancia a la sensación de abandono18.
Con respecto al nivel de dependencia emocional, la forma de pensar, sentir y actuar de sometimiento y obediencia a la pareja lleva a la confusión entre el amor y necesidad por temor a la separación19,20. El predominio de los niveles elevados de estos factores en la presente investigación, guardan similitud con el estudio realizado en Panamá por González y Leal21, y con otro aplicado en adolescentes y adultos jóvenes, donde prevaleció el nivel alto en las víctimas de violencia22.
Los valores son altos en la mayoría de los factores de la dependencia emocional, a excepción del miedo a la soledad. En relación con este resultado, se apreció una similitud parcial con lo encontrado por Sánchez García23, quien reportó que ese factor resultó el menos incidente luego de la expresión del límite. Sin embargo, en un estudio realizado en Panamá por González y Zabala10 predominaron ansiedad de separación y miedo a la soledad.
En Honduras, Myers Hernández24 reportó que la mayoría de las mujeres que declararon sufrir algún tipo de violencia tenían nivel de escolaridad primario y edades entre 33 y 45 años, sin coincidencia con las características de la población en el presente estudio. Palacios25 informó valores diferentes relativos a escolaridad, posibilidad económica y género. En otro estudio de González y Zavala3 con mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, se diagnosticó un predominio de niveles medio 42,7% y alto 41,9%. En Perú, se observó que el 96,0% de las participantes que sufrieron violencia de pareja tuvieron alta dependencia26.
Sánchez García23 señaló la violencia por coerción y desapego como predominantes en su muestra de estudio. La primera se manifiesta a través de conductas como: amenazas con suicidarse y manipulación de la relación al pedir pruebas de amor a la pareja; mientras que el segundo, lo hace mediante una actitud indiferente y descortés con escasa expresión de sentimientos27. La asociación estadística establecida entre las variables principales estudiadas, fue observada por Castillo, et al.28 en su entorno de investigación. Autores peruanos determinaron una correlación significativa entre estas dimensiones en mujeres víctimas de violencia23,29; resultados similares fueron publicados por otros investigadores3,26,30-32.
Se estableció una relación significativa entre factores de dependencia afectiva y violencia intrafamiliar, excepto en el caso de los factores ansiedad por separación y dependencia expresión afectiva pareja. Las participantes fueron residentes de la zona urbana que declararon ser víctimas de alguna forma de violencia intrafamiliar, entre las que predominaron aquellas con relaciones de pareja formales, con nivel escolar de secundaria y aquellas con nivel socioeconómico medio. En todas las tipologías de violencia intrafamiliar estudiadas, predominaron los niveles moderado y severo; mientras que, en la dependencia emocional sobresalió el nivel de dependencia elevado.
Los valores de media de los factores inherentes a la dependencia emocional permitieron establecer la mayoría de estos en la categoría ligeramente más verdadero que falso, con excepción del denominado miedo a la soledad, en el que predominó completamente falso de mí.
CDE: Cuestionario de Dependencia Emocional; SPSS IBM: programa estadístico International Business Machines Statistical Package for the Social Sciences.
GP, AS, JA, ME, YR: Concepción, diseño de la investigación, análisis e interpretación de datos, redacción del manuscrito, revisión crítica del manuscrito, recolección de datos, obtención de resultados y redacción del manuscrito. Todos los autores leyeron y aprobaron la versión final del artículo.
Gina Alexandra Pilco Guadalupe. Doctora en Psicología Clínica, Universidad Cristiana Latinoamericana. Magister en Psicología Cognitiva, Universidad de Buenos Aires Argentina. Docente tititular agregado 2, Universidad Nacional de Chimborazo. Editora de la Revista Eugenio Espejo, Universidad Nacional de Chimborazo. Riobamba-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-2777-6146
Alejandra Salome Sarmiento Benavides. Psicóloga Clínica, Universidad Nacional de Chimborazo. Magister en Psicoanálisis con mención en educación, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Magister en Psicología Clínica con mención en Psicoterapia Infantil y de Adolescentes, Pontifica Universidad Católica del Ecuador. Docente de Psicología Clínica, Universidad Nacional de Chimborazo. Riobamba-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-6404-418X
Jenny Elizabeth Amanta Mejicano. Psicóloga Clínica, Universidad Nacional de Chimborazo. Psicóloga Clínica, Unidad de Salud Mental, Hospital Básico Publio Escobar Gómez. Colta-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-6872-6447
Mireya Johana Estrada Colcha. Psicóloga Clínica, Universidad Nacional de Chimborazo. Consultoría privada de Psicología Clínica. Guano-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-7671-8914
Yosbanys Roque Herrera. Ingeniero en Geodesia y Cartografía Aerofotogeodesta, Escuela Interarmas General Antonio Maceo. Máster en Educación Superior en Ciencias de la Salud, Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana. Doctor dentro del programa de doctorado en Innovación Didáctica y Formación del Profesorado (PhD), Universidad de Jaén. Editor Principal, Revista Eugenio Espejo, Universidad Nacional de Chimborazo. Docente, Carrera de Enfermería, Universidad Nacional de Chimborazo. Riobamba-Ecuador. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-7098-3538
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La publicación fue aprobada por el Comité de Política Editorial de la Revista Médico Científica CAMbios del HECAM en Acta 006 de fecha 28 de diciembre de 2021.
Se trabajó con recursos propios de los autores.
Los autores reportaron no tener ningún conflicto de interés personal, financiero, intelectual, económico y de interés corporativo.